Comentario
Aunque parece que asentada en un lugar ocupado por los vacceos en tiempos anteriores a la conquista de Roma, la fundación de la actual ciudad de Valladolid habrá de retrasarse durante varios siglos. En el siglo XI, hacia el año 1074, el rey Alfonso VI concede a uno de sus nobles, Pero Ansúrez, "caballero leal y esforzado", a quien se considera su fundador, el gobierno de la población, llamada entonces Belad Valed. Hasta entonces se había tratado de un poblado pequeño y de poca importancia, pero el avance de la Reconquista hacia el sur le convertía en un sitio de carácter estratégico gracias a estar situado en una enorme llanura junto a las vegas del Duero, del Eresma y del Pisuerga. Además, su localización fronteriza hizo que paulatinamente fuera cobrando mayor importancia en el contexto de las guerras entre musulmanes y cristianos.
Refundada pues, la ciudad, Ansúrez se establece en ella, desde controla sus extensos dominios señoriales. El alejamiento de la frontera, la llegada de nuevos pobladores y el incremento de la actividad económica, sobre todo ganadera, hizo de Valladolid una de las ciudades castellanas más importantes en época tardomedieval. Ya en época de Ansúrez se edifican la colegiata de Santa María de la Antigua y el Puente Mayor, sus dos primeros monumentos de relieve.
Su pujanza económica y el crecimiento demográfico hacen de Valladolid prácticamente el centro de la Corona de Castilla. Especialmente a partir de Fernando III y Alfonso X, la ciudad conoce nuevos palacios y casas señoriales, que dan fe de su importancia y significación políticas, fruto de su conversión en un importante centro burocrático. Varias fueron las veces que en ella se celebraron Cortes.
Destaca de entre todos los edificios el Monasterio de las Huelgas Reales, fundado en 1282 por María de Molina, esposa de Sancho IV, aunque la vista actual corresponde a fines del siglo XVI. También es preciso poner de relieve iglesias como las de San Pablo, construida en el siglo XV por Simón de Colonia, o la de San Martín, uno de los templos más antiguos de la ciudad. O los monasterios de Santa Ana, del siglo XII reconstruido a finales del XVIII, San Benito el Real, de fines del siglo XIV, el Colegio de Santa Cruz o el Palacio de los Vivero, entre otros, lugar éste donde casaron Isabel de Castilla y Fernando de Aragón.
Pero la historia del Valladolid medieval, con ser importante, aun deja por escribir nuevos capítulos que marcarán el devenir de los siglos siguientes, pues por estas calles pasarán personajes como Colón, Magallanes, Elcano o el emperador Carlos V.